Cuando florecen🌻 las ideas 💡

 



Como madre y trabajadora

Mi niño nació el 2 de marzo del 2018 y la vida como madre soltera ha sido muy complicada debido a la escasez económica. No podía alimentarme adecuadamente porque dependía del padre de mi niño, del cual ya no estoy con él. Me separé cuando mi niño tenía un año y medio.

Empecé a trabajar cuando mi niño tenía un año en Conapesca. Inicié como personal de apoyo y fui promovida a coordinadora local de atención a programas en Puerto Vallarta. Me asignaron inicialmente en la oficina de representación de Conapesca en Jalisco. Para mi trabajar, estudiar y ser madre fue muy difícil. Comencé a tener mis propios ingresos y a alimentarnos mejor. Esta transición se intensificó cuando fui trasladada a Puerto Vallarta. Mi salario aumentó y fui ascendida a coordinadora local de atención a programas en 2019. Esto me permitió acceder a una guardería a través del seguro del IMSS con horarios flexibles que facilitaron mi trabajo.

Sin embargo, la separación personal con el padre de mi hijo coincidió con el inicio de la pandemia de COVID-19. Esto representó un desafío significativo tanto en mi vida personal como profesional. En el trabajo, aseguré que las operaciones continuaran sin interrupciones, especialmente en el sector pesquero, mientras adaptaba mi rutina para cuidar de mi hijo. Lidiar con el transporte público y la incertidumbre sanitaria durante este tiempo fue particularmente difícil. 


Maternidad y trabajo

La situación se complicó más cuando cerraron la guardería debido al COVID-19. A veces, tuve que llevar a mi hijo al trabajo cuando la situación lo requería. Mi padre tuvo que mudarse conmigo para ayudarme, lo cual causó conflictos familiares pero fue indispensable debido a las circunstancias. A pesar de estos desafíos, logré continuar con mis estudios de geografía y ordenación territorial de manera virtual. Terminé mi carrera en 2022, aprovechando las clases en línea, aunque ocasionalmente tuve que asistir a clases presenciales en Guadalajara desde Puerto Vallarta.

Solicitando un cambio, regresé a Guadalajara en 2021 para mejorar la estabilidad económica y familiar. Conservé mi puesto en Conapesca y en 2022 obtuve una plaza como coordinadora de analistas administrativos. Aunque soy empleada eventual, mi responsabilidad ha aumentado significativamente con el tiempo. Trabajo en equipo, manejos de bases de datos y tablas dinámicas, estadísticas, mapas de pescadores, tramites de permisos, orientación recepción de documentos, apoyo en la gestión de programas son parte de mis responsabilidades diarias.

Personalmente, mi hijo comenzó en una estancia infantil a los cuatro años. Esta transición me permitió estructurar mejor mi rutina, aunque significó madrugar y gestionar múltiples transportes diariamente. La vida como madre soltera ha sido un desafío constante, pero estoy comprometida con el desarrollo de mi hijo y con alcanzar mis metas profesionales. Actualmente, estoy enfocada en completar mi Informe de Prácticas Profesionales o IPP como le dicen y obtener mi título académico para garantizar un futuro estable para nosotros.

La nueva imaginación geográfica

Froilan Portugal

No todos pasamos por el mismo camino, hablo del camino en sus dos sentidos. El camino concreto de acera o pasto y el camino metafórico construido con las experiencias y desafíos de la vida. Todos guardamos cierta distancia al andar, unos saben cuándo correr y otros cuándo detenerse, unos se caen y otros se están levantando. Todos somos caminantes de caminos que se cruzan, convergen un rato y luego bifurcan. El mío, al igual que de ustedes es un camino de múltiples paisajes, de inviernos fríos de temor y llanto, y de primaveras claras de alegría y paz.

En mi trayectoria las letras son un factor crucial para continuar mi vida. La vida madura se reparte en dos esferas; la profesional o la del trabajo, y la domestica, la de la casa. Antes otra esfera más formaba parte de la rutina, estoy hablando de la universidad cuando cursaba de forma completa la licenciatura en Geografía de la Universidad de Guadalajara. Se supone que cursamos una licenciatura para elevar nuestra capacidad y valer más en el mercado. Y es verdad, pero alcanzar el título universitario, es como dije al comienzo un camino no igual para todos.

Mi modalidad de titulación por premuras y prioridades de la vida -ser inmigrante entre ellas- es por medio de un Informe de Prácticas Profesionales o IPP como se le conoce. En este informe expondré como es que justifico el quehacer geográfico dentro de una consultoría de geografía: GEOSITER.

Pero quiero aclararles algo al respecto. Solemos pensar que el camino universitario nos prepara lo suficiente para ser útiles al Estado o al mercado ¡y es verdad!, no puede negar que saber lo básico del manejo de tablas de datos en Excel me sirve mucho. En algún grado la universidad es el preámbulo para tomar la vida profesional en serio, pero no llega simular el vértigo del mercado real, por eso la universidad se pone a prueba recién cuando se sale de ella. Antes solo acreditamos que sistematizamos un saber con la calidad suficiente para llamarnos profesionales.

Una persona profesional claramente lee y escribe, sino es por el gusto de hacerlo, será por la obligación mínima de ser culto. El sujeto universitario arriba al título por el camino de la escritura; todos admiramos confeccionar una tesis, ese escrito que demoramos en realizar por el gran sacrificio de concentrarnos días enteros o largas noches. También están las tesinas, tesis más compactas y pre-confeccionadas. Los Informes de Prácticas Profesionales es la alternativa para los estudiantes que por algún motivo se adelantaran en ejercer la carrera ya sea por necesidad o aventura.

Han pensado en aquellas condiciones necesarias para leer y escribir. No piensen en la escuela cuando digo leer y escribir, sino en el hogar que es donde tenemos un cuarto para hacerlo en soledad comprometida. Pero, ya tan siquiera pensar en tener privacidad en casa es algo difícil para las familias numerosas. Sumemos ahora la falta de habito que nuestros padres no nos inculcaron para tomar un libro o dominar letras. Muchos de ellos piensan que es suficiente la escuela, que los mecanismos de ilustrar al hijo son mera competencia del profesor.

Ahora que soy universitario pienso todo lo contrario, no dejaría que la educación de un niño recaiga por completo en profesores o el sistema educativo. Es ahora que estoy a tiempo de enseñar con el ejemplo de ser autodidacta. Por eso digo que los caminos son diferentes, compañeros míos tuvieron las condiciones para realizar una tesis, otros tesina y en mi caso un IPP.

Me gusta mucho fomentar entre mis amigos la aventura de escribir, ya sea como el camino para aumentar su confianza o simplemente por ese gusto de ver tejidas las palabras.

En esta parte de la entrega voy a felicitar a Karina por su arribo a la ciberliteratura. Con Iván ya somos tres escritores que usamos la web como lienzo para nuestras creaciones.

Karina al igual que yo se prepara para acceder al título universitario por medio de un IPP. Cuando platicamos sobre esta grata coincidencia, pensamos en toda esa geografía que sobreviene por los encuentros con esos libros que cambian la vida y que no se leen por motivos de trabajo estrictamente.

Durante los meses de pandemia las cuarentenas eran la excusa perfecta para perderse entre libros y llenar cuadernos con letras. En ese tiempo paralizado por sanidad, la casa se convirtió en templo de descanso para conocer personas que solo visitan cuando se abre un libro.

En casa mi biblioteca personal se nutre de geógrafos que la universidad no me los presento. Soy coleccionista de las ideas que desafían el pensamiento normal, y gracias a la bonanza en turno pude acceder a 14 de los 15 libros de la Colección Espacio Críticos de laeditorial Icaria. No dejo de leer esos libros y creo que si sigo esforzándome llegaran mis textos a formar sus filas.

Les contare como es que uno de esos libros ayudo a Karina y a mí a ver que el desafío de IPP es sorteable.

-estoy escribiendo sobre mi trabajo para realizar mi Informe de Prácticas Profesionales pero no siento que lo estoy haciendo bien, me incomoda la idea de escribir forzadamente- me dijo Karina mientras me entregaba un documento que tenía como portada un pescador en una lancha algo casera lanzando una red.

La ojee rápido para brindarle mi opinión sincera, vi mapas y tablas de datos y le dije -veo que cumples a primera vista los requisitos de ser un escrito geográfico ¿acaso eso no es suficiente para que estés tranquila? -No- me respondió sin titubeos.

-se más clara y dime que exactamente te incomoda de tu texto-

-que los siento algo impersonal a pesar que estoy contando una experiencia mía.

-ok  ¿y que piensas hacer al respecto? -pregunte para retarla un poco-.

-No sé por eso te lo estoy contando, para que me ayudes 🙄

-Tengo que pensar bien cómo ayudarte, cuando escribo a mí me gusta partir de la experiencia propia por eso realizo ensayos -los he visto, interrumpió ella sonriendo ligeramente-, entonces sabrás de los cuentos- continúe antes de callar para esperar respuesta.

-Sí

-Bueno, dame una semana y tendré alguna idea para ayudarte

-Va

Paso la semana y en la mesa del café varios libros extendidos y un montón de hojas.

-te presento a Edward Soja, un geógrafo postmoderno que te permitirá escribir desde la comodidad de una nueva imaginación geográfica -mis ojos iluminados por completo parecían dos estrellas🤩-.

-cuéntame más- dijo emocionada.

La plática duro más de una hora y ya con el café frio concluí una idea que nos tranquilizo

-En el libro Postmetropolis Soja aplica la nueva imaginación geográfica que costa de estos tres espacios que no dejamos de hablar. Quédate con la idea que "el espacio percibido (las prácticas espaciales), el espacio concebido (la representación del espacio), y el espacio vivido (las experiencias espaciales) comulgan a cada paso del tiempo que se multiplica en su pasado, presente y futuro. Ahora aplícalos a tu andar. ¿A cuántos espacio te ha llevado el trabajo? Del campo a la al gabinete, tu materia empírica conoce su geografía física (espacio percibido); lo que fue paisaje y vida en su contexto de los pescadores ahora es dato abstracto registrado en hojas de Excel en la computado de tu escritorio; el espacio se representa y burocratiza (espacio concebido) ¿Qué une estos dos espacio? una experiencia continua que se sistematiza en prosa para contar como la imaginación geográfica sustenta un IPP.


Conociendo a Soja

Quedamos en que escribiría desde el espacio vivido. Cuyo resultado ya conocen “Como madre y trabajadora”.

También pactamos experimentar con las letras y realizar un escrito que diluya cualquier demarcación entre ambos, una ficción necesaria que usan los literatos para crear los argumentos de sus personajes, un texto rizoma por la ética analógica de encontrar “lo semejante entre los distintos”; ella madre y yo escritor en la semejanza del IPP.

Termine diciéndole en la parada del camión antes que llegara el suyo: la geografía de los sentimientos puede ser materia de estudio para el pensador postmoderno, ya verás, solo espera que las letras te emociones”

   

Cuando florecen🌻 las ideas 💡

Experimento rizoma

Con el trabajo cuesta arriba y mi niño demandando atención sigo bregando por el sueño de verme cada día realizada. Mi profesión seleccionada geografía ¿razones? muchas; paisajes de infancia, amigos que estimo, lugares que aprecio y libros que leo.

Mi género mujer del siglo XXI ¿Qué explicó entonces hasta aquí? Que por voluntad soy geógrafa en proceso, involuntariamente mujer y por destino e instinto madre.

Me sentía en verdaderos aprietos para realizar mi Informe de Prácticas Profesionales o IPP como le llaman. No sentía respaldo ni comprensión cercana de la academia, eso quizás por mi lejanía ya que mi tiempo se lo dedico al trabajo y a mi hijo. A eso le sumo la falta de confianza por mi prosa, una sensación de incapacidad me limitaba.

Afortunadamente existen los buenos amigos. Cuando conocí a Froy en la universidad me impacto su capacidad de argumentación. Cuando le comente sobre mi frustración él me dijo con una gran sonrisa en el rostro que no le tema a las letras. Recuerdo vivamente sus palabras; “ellas vienen solas, desde el interior emanan, son producto de la vida, lo que pasa es que nos las muestran ajenas por los proyectos de otros como caminos a seguir, son ejemplos buenos, pero la hazaña es caminar por la propia brecha”.

Desde entonces mi insistencia por sentarme a escribir a aumentado, a su recomendación empecé por escribir anécdotas, él me compartió dos cuentos suyos; uno sobre la ciudad deGuadalajara y el método rizoma, el otro sobre la confianza de la mujer que seve en un espejo por la búsqueda del amor propio.

Yo soy madre soltera, ya no sé si por desgracia o fortuna, ya no es tanto problema a estas alturas.

Lo que rescato de platicar con Froy es su constante ánimo por empujarme a este proyecto, por enseñarme el método rizoma, por mostrarme que en la literatura existen claves para levantar el ánimo, por asegurarme que mientras escriba llegará la recompensa.

Recuerdo su plática emocionante de la geografía, de cosas que no habíamos visto en la carrera. Justamente de esas charlas tome ideas y realice apuntes, con ese apoyo puedo mostrar lo que el lector percibe; la justificación de mi IPP.

A Froy le dio gracias, pero no le debo nada, como él mismo me dijo; algún día publicaras y no te cobrare ni un peso jajaja.

Justificación de mi IPP: lo vivido como espacio de partida

Este IPP parte de una clase de espacio muy cercano a todos pero poco conocido. Cuando nos decidimos incursionar en la ciencia geográfica nos hacen leer a grandes geógrafos. Pero solo aquellos que logran poner sus vidas proyectadas con dirección hacia esos geógrafos, ya sea por algún paralelo logran construir caminos intelectuales.

Todos los geógrafos aspiramos ingenuamente por ser un padre o madre de la geografía, o ganador del Vauntrin Lud por lo menos. Y a escala local a ser un profesor que publica y valoriza la geografía en la sociedad.

Pero la vida no es generosa con todos, y las condiciones no son iguales. Vivimos en América Latina, y las desigualdades no solo se estudian sino se viven y padecen. Justamente desde ese espacio quiero hablarles.

Desde el espacio vivido que mostró Edward Soja en su libro Thirdspace (el tercer espacio). Soja es un geógrafo postmoderno, eso quiere decir que sus ideas son además de contemporáneas distintas a lo que tradicionalmente entienden los geógrafos.

Me explico rápido, ser postmoderno es pensar fuera de la estructura, la estructura del pensamiento moderno por ejemplo en geografía nos ha indicado que existe lo objetivo y lo subjetivo, entre estos dos polos las ramas de la geografía se debaten.

El polo objetivo y a un extremo se encuentra la geografía física, es tal su objetividad que las leyes y la teoría no cambian tanto. Del otro polo se ubica la geografía humanística, donde los subjetivo impera como ley pero no se impone.

Lo social para muchos está en el medio, para mí lo social no es estático sino fluctuante, lo social es tan objetivo como la materia y tan subjetivo como la poesía.

Bueno lo que se tiene que entender de esto es que lo moderno es como una moneda, una cara objetiva y otra cara subjetiva, y no se puede ver las dos caras de la moneda a la vez, el canto de la moneda es la unión de las dos caras, pero no es por el canto que la moneda vale. Solo es posible ver las dos caras de la moneda si se encuentra en movimiento. Ha ese movimiento de la moneda dentro del paradigma moderno la conoceremos como dialéctica.

Entonces a grandes rasgos en la geografía moderna tenemos las tendencias del análisis espacial o geografía teorética donde no se discute la objetividad del espacio porque es empírico e ideal a la vez, o sea un objeto claro para los sentidos procesado por la razón; el geógrafo le da forma lógica al espacio con los mapas; sería como toda la geometría que subyace en el paisaje urbano esperando ser modelo científico.

Del otro lado tenemos a la geografía humanística, la que Yi Fu Tuan bien popularizó; la geografía no solo produce lógicas geométricas que indican espacio, sino poesía producto del propio valor del espacio.

Si juntamos estas dos perspectivas, la teoría y la poesía se encuentran de lleno. Números y modelos por un lado gracias a los SIG, versos y rimas por el otro gracias a que somos humanos.

La tercera salida es la dialéctica, la moneda en movimiento como bien dije. El cambio entre lo objetivo y lo subjetivo. A la geografía marxista no le interesa pensar el espacio como algo meramente objetivo pues el revolucionario quiere cambiar las supuestas leyes, tampoco como algo meramente subjetivo, puesto que la revolución no es un sueño o una idea volando. Entonces el espacio es un producto social nada estático.

Lo que me importa de todo esto es que el lector (Froy me enseñó a pensar en el) se quede con la idea que la estructura moderna valora el dos como modelo paradigmático. Que el par es lo objetivo y lo subjetivo, define lo que se piensa y cómo se piensa.

Con Soja en la cabeza y su modelo postmoderno se abandona al dos como clave y se ingresa al tres. El dos puesto en la teoría de Marx justificaba la burguesía y el proletario en disputa perpetua. La clase media no fue avizorada y menos los lumpen. Con la clase media se dejó de hablar de revolución para que domine el conformismo hiperconsumista.

El postmodernismo es postestructuralista, es decir supera en dos y piensa en tres. Para Soja el ser es tríadico, porque se funde en socialidad, sin sociedad nada existe, historicalidad, sin tiempo nada existe y espacialidad, sin espacio nada es posible de existir; la ontología del ser es tripartita.

Dentro de esa dimensión espacial, el ser de la geografía reside pero no como defensora de esa dimensión como creen muchos puristas modernos (varios profes por dar un ejemplo), sino como promotora de la importancia del espacio. El geógrafo no se apropia de la categoría espacio, sino la nutre, la incrementa, la hace grande. ¿Cómo? Buscando lo espacial en la historia y en lo social.

Salidos de la lógica binaria y entrando a la trinitaria esto parece multiplicarse. Dentro de la espacialidad se anidan otros tres espacios. Idea que Soja capta de Henri Lefebvre, el gran pensador de la producción del espacio (es imposible no emocionarme por esto). Soy mujer y muy sensible por lo que descubro; el espacio percibido, el espacio concebido y el espacio vivido.

El primer espacio es el percibido ¿de qué consta? Se refiere al mundo que experimentamos directamente de los fenómenos que se pueden cartografiar y empíricamente son mensurables. Se puede entender mejor como las geografías materiales que poseen patrones empíricos-lógicos de distribución, regularidades o covarianzas, para que se entienda mejor; el paisaje es lo fenoménico y lo razonable es el mapa y estadísticas, los amantes del SIG (Sistemas de Información Geográfica) no sacan las narices de este espacio.

El segundo espacio es el concebido, tener conciencia de esta clase de espacio es no concentrarse tanto en la geografía material perceptible, sino en los conceptos y símbolos que posibilitan reproducir la humanidad que cargamos.

Se han preguntado el porqué de los lugares de culto, acaso los SIG explican eso, lo registran claro está, los pintan con modelos y les dan un pin para ubicarlos pero no los explican como tales. Claramente si pensamos desde los SIG tendríamos la idea que hemos llegado a un límite de la geografía, pero es muy por lo contrario otro nivel geográfico cualitativo de estudio.

Este segundo espacio es más relacional que el primero, porque el primero capta lo complejo del paisaje y lo lleva a lo abstracto de la geometría que se extiende en mapas y estadísticas que figuran el tiempo en números, cúmulos y gráficas, y este segundo apela a las cosas que se aluden en conexión, a la agudeza argumental de crear conceptos. 

El segundo espacio puede partir del primero sin ningún problema como el paisaje material que el cosmos construye, pero no lo procesamos como si fuéramos máquinas solo razonables, la belleza o rechazo que ese paisaje genera en nuestros mundos mentales es lo que llamamos cultura.

Usualmente la famosa imaginación geográfica sea explicada en la dualidad de estos dos espacios, dos enfoques, el materialismo/objetividad y el idealismo/subjetividad, seria en términos modernos como ya explique.

Pero pensar modernamente encubre el tercer espacio que se escurre constantemente de ser pensado, pero paradójicamente es vivido. El tercer espacio es el espacio vivido que representa la apuesta a la postmodernidad.


Soja poniendo de cabeza a la academia🤯

En la postmodernidad los saberes no se entienden como esencias prístinas, porque estos no son ya árboles del saber autónomos, sino rizomas, es decir relativos entre sí. Ya Albert Einstein demostró que el espacio y el tiempo son relativos, que no nos sorprenda entonces que los aportes que la geografía postmoderna arroja provengan de no geógrafos. En este sentido Soja solo es un puente, él afirma que la imaginación geográfica se incrementa a través de los trabajos de Michael Foucault (heterotopias) y de Henri Lefebvre (la producción del espacio).

La espacialidad de la vida humano ya no se soporta solo en el dos moderno, en las grandes dicotomías que atraviesan toda la teoría social y la filosofía occidental, categorías bicamerales muy maniqueas: sujeto-objeto, abstracto-concreto, agencia-estructura, real-imaginado, local-global, micro-macro, naturaleza-cultura, centro-periferia, hombre-mujer, negro-blanco, burguesía-proletariado, capitalismo-socialismo…

Para muchos salir de estas dicotomías estructurantes es un mero capricho, por eso Soja es catalogado por esos muchos por no geógrafo, con un pensamiento críptico y difícil, pero que esperaban, si su propuesta es un salto de paradigma.

Para pensar este otro posible pongamos un ejemplo práctico. La geografía es una disciplina que describe, gráfica y explica fenómenos como bien se sabe. El día y la noche son fenómenos astrales que la geografía explica con grafía terrenal. La astronomía también lo hace y con grafía también terrenal. La astrogeografía es el término que justifica este solapamiento.

De nuestras cabezas no podrá sacarse la idea que el día y la noche son un par totalizante, que en estricto sentido pensar fuera de su polaridad no es posible; o se es noche o se es día. Afortunadamente los movimientos astrales nos indican lo contrario. Si el día es el reino del sol y la noche el imperio de la luna ¿los eclipses que son? ¿Qué decir de la configuración cuando el sol y la luna comparten el mismo cielo? El crepúsculo y al alba no son día ni noche, son umbrales de transición.

Es más las categorías día y noche no pueden ser útiles para la vida social actual sino las fragmentamos en mañanas, tardes, madrugadas, medios días, medias noches. Que las categorías se diversifiquen y surja la suma es porque el espacio permite que se multiplique la lógica de pensarlas.

Para ir cerrando la presentación del espacio vivido y luego entrar a su puesta en práctica, y si aún (que es lo más seguro) el lector posee dudas que descartan mi propuesta, expondré en brevedad algunas ideas que según Soja justifican esta nueva imaginación geográfica. No espero convencer a nadie, puesto que el camino que me trajo hasta aquí fueron textos y libros provocadores, de reto y no de aceptación inmediata.

Primeramente el corazón de la propuesta de Soja radica en una ubicación geográfica concreta, la gran ciudad de Los Ángeles, propuesta llamada la escuela de estudios Urbanos Críticos, su proyecto es una línea de obras que en un inicial momento presentan el paradigma desde el cual se piensa Postmodern Geographies (1989), luego asienta el concepto del Tercer Espacio que tiene el cometido de revolucionar la imaginación geográfica en Thirdspace (1996) para finalmente aplicar este conocimiento al estudio de las ciudades en Postmetropolis (2008) que toma a Los Ángeles como gran modelo.

La nueva imaginación geográfica

Mi tema de IPP no es estrictamente urbano para justificar el seguimiento de Soja, pero toma de su aporte una forma de pensar lo geográfico adecuada para mi perspectiva.

En Postmetropolis Soja es muy claro en indicar que su trinitaria visión del espacio que estructura el índice de la obra, así tenemos:

Como espacio percibido la primera parte del libro que se titula “Recartografiar la geohistoria del espacio urbano”, revisemos con detalle este título. Todo lo que sea cartografía hasta el momento pertenece a lo mensurable por el hombre en su mundo de los fenómenos. El prefijo “re” alude una revisión-realización, una segunda vuelta en todo caso. La cartografía es el perfilado gráfico de los fenómenos que se perciben en el espacio en su relación con el tiempo, por eso lo de geohistoria.

El buen Soja (vale la pena resaltarlo) al ser un pensador postmoderno no le interesa abordar las esencias mono-puristas, es decir solas. El tiempo es relativo al espacio y por ello la historia contiene a la geografía y la geografía contiene a la historia. Pero dado que el paradigma moderno se posiciona contundentemente privilegiando al tiempo sobre el espacio, Soja prefija la importancia de lo espacial disciplinado como la geografía, por eso pone la geografía por delante de la historia con el prefijo geo; geohistoria.

Un paréntesis ¿cómo podemos salir de la visión moderna que privilegia el tiempo e ingresar a la visión postmoderna que valoriza el espacio desde lo cotidiano?

Simple, presento dos esquemas para ello.

Esquema moderno lineal

Las categorías internas al tiempo en términos cualitativos son tres; pasado, presente y futuro. Un sistema no dicotómico por cierto. Esta visión temporaria no es extraña para nada al sentido común y las humanidades que se alimentan justamente de la imaginación geográfica. En la canción de Juan Gabriel “Abrázame muy fuerte” una apología del ayer, exclama: “abrázame que el tiempo pasa y el nunca perdona”… “abrázame que el tiempo es malo y muy cruel amigo”… La visión tirana del tiempo es muy clara en esta letra.


Cantar para parar el tiempo

Que el tiempo castigue al hombre es y será una visión mitológica que luego sería controlada con la visión moderna de poner al hombre como motor de la historia. Se cree que el hombre que hace historia con sus actos que configuran el medio no controlan el tiempo; una cosa es que los elementos que en su momento coincidieron no confluyan más, llamamos entonces pasado al momento sensorial irrepetible. El abrazo es un acto finito no hay abrazo eterno Juan Gabriel quiere detener el tiempo con una canción, que si no fuera por el ritmo que son sonidos temporizados no gustaría a nadie.

¿Cuál sería el sonido de la falta de tiempo? ¿Se lo han preguntado? ¿Sería el silencia por ser eterno?

El origen es un punto en el pasado

Kronos es un tirano de la mitología griega que controla el tiempo, de él se entiende que el tiempo es cronológico o secuencial que se puede medir, la tiranía de la cadena podríamos decir, donde cada eslabón es una fracción de tiempo coordinado a una dimensión direccionada, donde el pasado antecede al presente que se mueve por el futuro.

En esta visión del tiempo tendido como línea, el punto de origen solo es real si el pasado lo cobija, entendiendo que si el pasado no se garantiza este se pierde en el recuerdo, el pasado nos aterriza al presente de ese virtuoso futuro que la imaginación destella.

El presente solo podrá ser captado de una forma consiente plena cuando nos paralizamos a pensar que transcurre.

Detengase a pensar el presente

El futuro es visto como lanzamiento premonitorio de eso que vendrá ¿han luchado por sus sueños? ¿Qué no es velar por el futuro el esfuerzo de lo añorado?

El futuro moviliza claro está, pero como se canaliza y con qué recursos se construye el anhelo por ese futuro desea es el tema que interesa a muchos. El futuro es la flecha que nos direcciona ¿pero porque su dirección tiene que ser lineal? Imaginen llegar a la habitación del futuro y que este muestre una gran flecha indicando el pasado, entonces retornar es el destino. Como cuando la pareja vuelve después de la tercera pelea.

Existen personas que nos hacen pensar en un futuro deseado y otras que desperdiciamos algo de tiempo para aprender un poco.

El futuro es una flecha que apunta a una dirección

En una concepción más espacial tenemos que las relaciones entre pasado, presente y futuro no es solo lineal.

Lo anacrónico funcional es muy cuestionable más aun cuando por globalización sabemos que modelos de carros antiguos son parte del sistema de transporte de algunas naciones.

Para pensar espacialmente el tiempo hay que relativizarlo en la diversidad que existe. Si creemos que Kronos domina el mismo tiempo para todos no podríamos definir los procesos; tú no serias tú y yo no sería yo.


Un otro tiene que existir para que los tiempos se relacionen

La historia universal peca de no reconocer las historias de las sociedades que pueblan el mundo. La historia tiene que desconcentrarse y hacerse un rizoma, nodos de presentes que conectan, reconectan, se agencian, rompen, nodos que se mueven, superan países, territorios, personas, desafíos. Pero nunca, nunca un proceso lineal, siempre con el horizonte abierto.

Tenemos que pensar el tiempo reconociendo que es el proceso de pensar (cognitivismo). No nos podemos sacar de la dimensión del tiempo pues estamos dentro de ella. Como indica Leibniz; los objetos, las cosas y las personas guardamos espacio y tiempo en sus procesos que se contextualizan.


La historia es un rizoma en expansión

Cuando dos personas se encuentran en la articulación espaciotemporal geográfica del parque La Solidaridad en Tonalá, Jalisco, México, el sábado 17 de junio del 2024, dos procesos espaciotemporales se encuentran entreverándose para forma una tercera historia; la compartida. Cuya versión será doble por los protagonistas, pero con múltiples interpretaciones por los espectadores.

¡Ahora ven como lo tercero siempre cuenta!

Si gracias a que el espaciotiempo está repartido en entes que se encuentran y se movilizan podemos pensar en la multidimencionalidad del tiempo. Como en la familia por ejemplo y lo digo contundentemente. No existe ninguna familia sin diversidad de edades, porque los procesos espaciotemporales no son homogéneos para los miembros.

Pensemos en términos lógicos:

El pasado alimenta al presente y el presente mantiene al pasado.

El presente se dirige al futuro porque el futuro moviliza el presente.

El futuro se puede dirigir al pasado mientras algún pasado es futuro para otro.

Entonces para que el espacio y tiempo transcurran otros tiene que surgir. En la postmodernidad tres conceptos apertura este paradigma; otredad, alteridad y diversidad.

Ese otro, ese alterno, ese diverso también suma, ese otro, ese alterno, ese diverso soy yo, y sumo geohistoria de mi proceso profesional de geógrafa desde una visión feminista.

Retomando la otra línea general que dicta Soja sobre este tercer espacio, es que no está definido por completo, por eso lo considero apropiado para ser abordado.

Finaliza el título de la primera parte del libro con “del espacio urbano”, definiendo el objeto de estudio más abstracto de la geografía con una determinación que tematiza lo urbano en general.

Ya superando el primer espacio, que podríamos decir el nivel fenoménico, ingresa al espacio concebido con el título “Seis discursos sobre la postmetropolis”. Presenta una cadencia de conceptos nuevos que ameritan gratas explicaciones. Entonces se entiende que el espacio concebido sirve para el discurso que define uno de los posibles perfiles nuevos al fenómeno espacial antes visto (primer espacio).

Es importante en este nivel tener la capacidad lógica de crear nuevos conceptos o darles contenido nuevo a los que ya figuran. El discurso que conceptualiza, posibilita ver partes del fenómeno que no se capta bien por falta de lógica.

Soja aporta para captar el salto cualitativo de lo urbano al ingreso del siglo XXI, conceptos nuevos para entender la evolución de la geohistoria del espacio urbano, dentro del paradigma postmoderno. Basándose en Los Ángeles como laboratorio; una ciudad-región singular guía los modelos globales (particularidades generalizables).

La metrópolis industrial postfordista indica como el ámbito económico geopolítico determina una reestructuración de la metrópolis moderna surgiendo nuevos procesos de urbanización inusitados.

Por las globalizaciones que se localizan en los lugares, capital, trabajo y la cultura, las ciudades mutan. Dentro de su gran evolución entre densidades y diáfanos patrones y encrucijadas de collages la gran ciudad es un calidoscopio de lugares muy heterogéneos entre sí (suena a Foucault). En la cosmopolis coaliciona las culturas, las estéticas y éticas. El cosmos continua extendiéndose en las ciudades que concentra la materia prima de la naturaleza ya muy transformada y trastornada.

El arribo a la postmetropolis implica de estos procesos de partida; la metrópolis y la cosmopolis para luego dar como resultante la exopolis, la visón regional de lo urbano. Luego una ciudad fractal toma escena, el mosaico social se fragmenta y polariza como al mismo tiempo se generan nuevas hibridaciones creativas culturales que en algún grado reducen las desigualdades, pero en contraste la preservación de la diferencia se da como la promoción de identidades flexibles y trasversales.

Una nueva forma de la ciudad describe su atomización en archipiélago de ciudades carcelarias. Aquí Soja argumenta que entre los procesos sociales en la urbe el miedo incrementa de una forma muy inusitada al grado de hablar de la ecología del miedo.

La postmetropolis llega a su nivel más modélico y es en el ciberespacio electrónico que la ciudad toma forma antecedente, antes de ser realidad material; sin render la ciudad no es aceptada. La dimensión de la ciudad es una aglomeración de ciudades simuladas (simcities), Soja toma el concepto inspirado en un videojuego famoso, SimCity: Buidlt lanzado a fines del 2014.


La simulación de creaciones de ciudades resulto ser un juego atrapante. Sin embargo desde una visión que parte del inmueble como el elemento central, la ciudad no se zonifica, siendo la movilización de edificios, fábricas y residencia en libertad por el espacio lo que ofrece el juego; el poder del inmueble sobre su contexto.

Así finaliza el espacio concebido en postmetropolis. El ingreso al tercer espacio se intitula “El espacio habitado: repensar 1992 en Los Ángeles”, concretiza un tiempo en relación a un espacio para que voces de ese tiempo y ese espacio por un fenómeno captado den cuenta de su vida en pugna por la ciudad, siendo elos los otros a Soja, sujetos que son testimonio del fenómeno.

De esta forma dimensiona con mayor creatividad la espacialidad de la vida humana. Ahora ¿Cómo entender lo revisado hasta aquí en su aplicación a mi IPP? Fácil recurriendo a mi biografía y al perfil de mi subjetividad que cuenta esa historia.

Usualmente la academia busca la objetividad entre los discursos que pugnan por su aprobación. Poco he sabido de compañeros que con una visión original luchen por sus trabajos no sea materia de descarte, ya sea por el tutor que no acompaña con firmeza, o la falta de conocimiento general del tema entre los supuestos interesados.

Parto del hecho que los espacios que empíricamente he percibido y descrito son esos escenarios que dan cuenta de la existencia de las instituciones como la casa, universidad (UdeG) y trabajo (CONAPESCA), son integrados por mis prácticas espaciales, que lejos de verse como singulares, espero y sirven de materia comprensiva de la maternidad y la práctica profesional de la geografía.

Mi biografía como espacio vivido, la descripción de lo atendido como espacio percibido y la conceptualización de lo geográfico descubierto como el espacio concebido, forman las partes implícitas de la construcción de los apartados de mi IPP.              




El espacio vivido

                             

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