Un cuento basado en la estética genética mexicana.
Todas las mañanas Arabis peinaba su cabello lacio junto a la
ventana. Mientras aclaraba el día sus pensamientos también lo hacían, su mirada
se dirigía hacia un espejo lo suficientemente grande para ver como sus manos
bajaban y subían extendiendo los delgados filamentos que a veces se enroscaban
caprichosamente entre sus dedos.
Por momentos paralizaba lo que hacía para captar por la
ventana toda esa gente que aceleradamente se dirigía a su trabajo o a la
escuela. Pronto ella estará en esa misma situación, y cuando lo recordaba de
inmediato aceleraba sus manos, pero ciertos pensamientos evitaban que terminase
de peinarse.
- ¿Por qué tengo que atenderme tanto, si por más que lo haga
mejor las críticas en la escuela no paran? - sus propios ojos en el reflejo del
espejo analizan su aspecto y la desconfianza se hacía presente.
Un rostro cabizbajo empezaba a formarse, su mano recorría su
mejilla buscando entender porque su aspecto es así. Una foto de una gran sonrisa
suya, a lado de amigas entrañables cambiaban la reflexión.
- ¿Por qué dejar que los otros me definan, si hay personas
que me aceptan como soy? - ella pensaba mientras el brillo a sus ojos
regresaba.
El celular timbro anunciando un WhatsApp. Es un mensaje de su
padre informando que dado un reajuste de la economía familiar cambiarían de
casa y por lo tanto también tendría que cambiar de escuela. La sorpresa invadió
su rostro y los pensamientos se hicieron habla.
- ¡Por fin podre líbrame de las criticas! - una sonrisa
dibujada de oreja a oreja se reflejaba en el espejo. Pero repentinamente una
gran duda surgió preocupándola - ¿y si mis nuevos compañeros me critican por mi
aspecto, ahora, sin mis amigas como obtengo la confianza? - Y en tan solo un
segundo paso de la felicidad a la angustia.
Sí cambiarían o no cambiarían las cosas era el dilema que le
atosigaba la mente.
Aterrada por el nuevo escenario de vida, se paró de su silla buscando
quizás la calma caminando un poco entre el espacio de la cama y su guardarropa.
- ¡No puede ser! ¿ahora que hago? ¿me podré adaptar a los cambios?
- hablo consigo misma en voz alta.
Tomó un respiro profundo y volvió a la silla para tomar el
celular. Se dirigió al grupo ❤️AMIGAS INSEPARABLES❤️ adornado con dos grandes corazones a los lados y digito la
noticia. De pronto una avalancha de mensajes saturo el celular.
Se escribía:
- -Amiga no lo puedo creer 😮 (escribió Fátima)
-X2 (respondió Alejandra)
-Sí, lo sé 😢 (envió Arabis)
-Ahora sin ustedes ¿cómo soporto a la gente? 😭
(volvió a enviar Arabis)
Luego de un montón de mensajes a Fátima se le ocurrió una
idea y escribió otro montón de tantos mensajes:
- -Amiga ya sé 💡
-Tomate una selfi todos los días para ver cómo te arreglaste
-Así podremos verte y te diremos detalles que puedas cambiar
-(sticker de perrito feliz)
Arabis tenía alegría por el apoyo de sus amigas, pero sabía
en el fondo que una selfi no cambia su amistad.
Muy triste apoyo los brazos cruzados sobre la mesa y luego
bajo la cabeza y se puso a llorar. Pasaron quince minutos y por fin su
habitación se puso en silencio. Levanto la cabeza y vio en el espejo sus ojos
escurriendo como pequeñas cascadas. Tomo un pañuelo, se sonó la nariz y decreto
el final del llanto.
En total silencio y con la vista fija en sus mismos ojos
pensó la propia calma que le rodeaba y olvido por un momento la tristeza por
completo. De pronto una pequeña duda empezó a inquietarle el pensamiento. Se
preguntaba sobre la función del espejo y sus reflexiones, - ¿por qué me pienso
tanto cuando me veo? - se dijo a sí misma con voz en la mente.
Tocó el espejo con una palma de la mano sobre su mejilla
reflejada y la otra palma la puso sobre la otra mejilla que se encuentra en su
rostro. Pensó -si pienso lo que mis ojos ven y a delante mío esta mi reflejo
¿será que por acompañarme un espejo no estoy sola?
El espejo se volvió el protagonista de sus inquietudes. Creía
que si quitaba el espejo de su cuarto realmente estaría sola, sin ella misma.
Miro la foto con sus amigas, la tomo rápidamente y la reflejo junto a su rostro
en el espejo, y ahora estaba multiplicada frente a sí misma.
Se quedo pasmada de como su simple reflejo, que es una cita
de todos los días al peinarse resultó ser la compañía más fiel y más íntima de
todas. Que al considerar al espejo como una amiga más, podría pensar que ella
guarda una amistad con su aspecto. Sonrió para verse bonita para ella misma y
descubrió el secreto.
“Ella y el espejo están solas en la habitación, pero en
realidad ella y el espejo son la misma persona, solo que su reflejo cuenta como
dos. Es ella misma desdoblada por la luz que viaja transportando los colores.
Descubrió que el amigo más fiel es uno mismo”
XD
La inspiración fue tan gratamente sorpresiva que dificilmente el olvido acabe con el sueño.
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