• Apr 11, 2025

La Universidad y su crisis bucle 🌀

 


Este año no solo se ingresa a la superación en curso del primer cuarto del siglo XXI, es también el año del centenario de la Universidad de Guadalajara. Pero no puede existir una celebración en plenitud si sus filas se debilitan. El recurso humano en formación no solo vive una desilusión al entender que la genuina búsqueda del conocimiento que emocionó a Galileo, dignificó a los griegos y nos hizo humanos al leer grandes textos se ha rebajado a una simple industrialización del saber.

Frases como “los estudiantes no descubren el hilo negro” suelen ser dichas por académicos que ostentan puestos de alta dirección. Entonces surge la gran interrogante ¿Por qué nos coordinan hombres y mujeres que subestiman a sus pupilos? No busquemos culpables con nombres propios, eso sería jugarle a la grilla, conozco personajes que se ahogan blasfemando y poco hacen por resolver sin amedrentar.

No suelo pedirles a mis lectores que hagan algo en específico, siempre los he dejado libres. Pero en esta ocasión los pongo a duelo, ya que lo que pretendo contar no tiene ninguna intención de sobajar o crear odio, por el contrario es un punto de vista que quiere sumar para salir del embrollo. Si el lector carece de las agallas necesarias para plantearse como comprometido activo dentro del problema, le solicito abandone inmediatamente la lectura del presente. Por contrario, manténgase en éste a riesgo de provocarse la rebeldía impulsora para dejar de no hacer nada.

Primero el contexto

El pasado 12 de febrero apareció la noticia de la prensa del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades el famoso CUCSH, acrónimo muy semejante a “crush”, una expresión inglesa que se usa mucho en redes sociales para indicar un sentimiento de atracción romántica o afectiva hacia alguien. Creo que muchos tuvieron o tienen un crush en el CUCSH, que no parezca una casualidad, pues dentro de las humanidades están las letras y el amor.

Regresemos a la nota. Bueno, acá viene lo que yo considero una prosa dolorosa para ser titular. No tengo nada con el texto de Adrián Montiel González pero titular la nota con “Ante baja en matrícula, destacan el papel clave de las ciencias sociales en el pensamiento crítico”, más parece un título de tesis.

Y bueno, si hablamos del desarrollo de la nota parecen anotaciones salpicadas que dejan frustración y desesperanza. Si existiese, porque lo busque, el video de la rueda de prensa, la nota seria claramente una invitación, un tránsito más en la navegación. Pero no es así. La nota es lo más cercano al evento. Pareciera que el slogan de piensa y trabaja sale sobrando, luego de leer la nota podríamos cambiarlo a “infórmate y preocúpate”. No solo de la crisis de las ciencias sociales que es el tema central de la nota, sino de la forma como se comunica.

Un geógrafo, una socióloga y un filósofo juntan fuerzas argumentales para destacar que las ciencias sociales aún sirven y prometen, pero no para solucionar problemas, sino para analizarlos y comprenderlos. Entre estos problemas se citan la desigualdad, la ética, la gentrificación y la violencia. Bueno, si ya hable de la subestimación que se tiene por los estudiantes, ahora se extiende al lector ¿Cómo si careciéramos de la capacidad de comprender los propios suplicios de la vida? Se dan cuenta de lo que hablo, nos tratan peor que infantes.

La UdeG arranca el ciclo escolar 2025 con una baja matricula, van a la palestra los que en alguna medida pueden ser considerados responsables. La verdad no puedo exigirles que cambien las cosas pues no conozco de algún proyecto de ley o reforma posible que me haga participe de su elección. Pero si puede decir bajo el amparo de la libre expresión que si de algo me hago responsable es de mi propia ilusión por su desempeño, pero en la burocracia y el nepotismo toda esperanza se evapora.

Primera gran causa

Se dice en primera entonación que existe una tendencia a una crisis global de las ciencias sociales. ¿Esto es verdad? Preguntemos a la maestra de turno… la Inteligencia Artificial.

-Gemini, es verdad que existe una tendencia a una crisis global en las ciencias sociales?

-Algunos científicos sociales y observadores han argumentado que las ciencias sociales están atravesando una crisis global. Esta idea se basa en varias observaciones y tendencias:

1. Falta de consenso y paradigmas unificados

2. Dificultad para predecir y explicar fenómenos sociales complejos

3. Crisis de replicación y validez de los resultados

4. Pérdida de relevancia y apoyo público

5. Diversidad de enfoques y desafíos interdisciplinarios

No pienso pecar de verlos como inocentes al respecto, de esta lista saquen ustedes sus propias conclusiones y armen sus argumentos, ya que las ciencias sociales son complejas y siempre pueden ser repensadas.

Yo pienso que más que una crisis es un cambio, una diversificación de enfoques, una mayor y clara conciencia de los límites y desafíos. Y lejos de ver una agonía es una búsqueda de nuevas formas de generar conocimiento socialmente relevante. Entonces la crisis para el burócrata del saber puede ser más personal que global, porque el conocimiento avanza y avasalla.

Esto es como la política. Muchos luchan por una curul o escaño y aprovechan el movimiento social para alcanzarlo, luego olvidan el movimiento y se anquilosan en el poder por la comodidad. Si el pensante de las ciencias sociales no lee la calle, no toca barrio, no respira pueblo como pretende hablar de sus demandas, eso sí es una crisis pero no de las ciencias sociales en su totalidad sino de su gestión.

Segunda gran causa

Se habla de otra causal, la eliminación de las materias sociales en la educación básica y media superior. Estas dos causales son externas, es decir la Universidad no puede hacer nada a pesar de estar dentro del sistema. Yo diría pobrecita, pero no se supone que las cosas empezaron a cambiar con las políticas de izquierda que encabeza el grupo de intelectuales que por fortuna se nutrieron por el filósofo Enrique Dussel. Estoy hablando de “la Nueva Escuela Mexicana”, una propuesta de cambio que busca transformar el sistema educativo del país y promover una educación más inclusiva, equitativa y crítica.

El aporte de Dussel gira entorno de la descolonización del conocimiento, la pedagogía de la liberación y la importancia de la interculturalidad. Si bien estamos muy temprano aun para indicar efectos de la aplicación del proyecto, ya que su fecha de arranque se dio en el ciclo escolar 2021-2022, creo que la nota se convierte algo bizarra al titular pensamiento crítico y carecer de él, para indicar que el vacío de ignorancia que provoca el abandonar las ciencia sociales o fragmentarlas son más bien medidas del modelo neoliberal.

La UdeG no es inocente a su propia implosión, digo implosión porque es un romperse hacia adentro. No nos engañemos creyendo que la red universitaria es mera bondad. Su estructuración no es una panacea. Los saberes y las áreas del conocimiento se dividen en Centros Universitarios, Escuelas y Departamentos. Anterior a los Centros se hablaba de Facultades, y es en la Facultad de Ciencias Sociales donde Economía compartía espacio con Sociología, Geografía, Historia, Antropología, etc. Con la creación de los centros, Economía se mudó a la periferia. Si se esperaba seguir con el legado que dejo Salvador Allende, cuya forma de pensar rebelde nace de entender la Economía Política que Marx defendía ante los postulados de la Economía Clásica que le daba al mercado libertad y autonomía generado un fetichismos. Fueron por los postulados neoclásicos en teoría y neoliberales en política que la UdeG se hizo red. Entonces tener pensamiento crítico es una invitación a releer la historia a contrapelo como lo hace Walter Benjamin.

Y sigue la nota

Si seguimos avanzando en la lectura de la nota, podemos llegar a la conclusión que los esfuerzos de la academia para llamar la atención bajo vías de índole oficialista no son más que campanadas con silenciador. Defensores de su ilusión, los tres ponentes vieron el problema de la institución para afuera. Se habló que el mercado es un rector que mueve los intereses de la masa, eso ya lo dijo Adorno. Pareciese que se habla de un pensamiento crítico debelador pero frustrante a la vez pues es incompetente ante el mercado porque lo considera enemigo. Yo creo en un pensamiento crítico astuto que se cuela en el mercado para sabotearlo desde dentro. Pero es que la crítica tradicional también se añeja y los que teorizan con esos parámetros no ven en la creatividad la posibilidad de la nueva acción; crítica creativa diría yo para reactivarles el ánimo.

Otra de las encrucijadas de la que se habla pone de realce los reajustes que provocó superar la pandemia. La muda al ciberespacio para continuar con las clases era más que necesaria, inevitable. ¿Han pensado en las secuelas sociales que dejo la peste negra en Europa y que por eurocentrismos se amplifico como historial universal? La desconfianza deshumaniza y nos enfrenta, Donald Trump y su xenofobia o aporofobia no es casualidad si se le añade el factor pandemia que desintegro la confianza.

La vida es más hibrida que antes y el espacio es multidimensional de una forma cada vez más explícita. Es contradictorio no ver a la tendencia virtual como aliada si la propia UdeG se vuelva virtual desde el corazón geográfico de la antigüa CUCSH La Normal.

La filosofía se añeja y como el buen vino puede saber demasiado exquisita. Un buen trago de Aristóteles, de Platón o Nietzsche sacude cualquier conciencia. Su vigencia extensa se debe a que no son más que grandes ideas que atraviesan todo lo posiblemente pensado desde perspectivas potentes. Pero que un filósofo no vea que su valor actual radica en estar presente sin ser advertida es cosa preocupante. El filósofo no es pastor de la sociedad, el filósofo hace que la oveja evolucione a homo sapiens.  

¡Qué acaso no lo venían venir!

Me tomo la cabeza y digo para mis adentros ¡Siguen pensando que no sabemos! ¡Siguen subestimándonos! ¡Creen que no vivimos! Y a pesar de todo eso la esperanza está de nuestra parte.

Un libro no más de 200 páginas de tamaño bolsillo, ideal para leer en el tren o en el camión: Abrirlas ciencias sociales de Immanuel Wallertein como coordinador ya resolvía lo que hoy se quejan.

Y para que le crean a él escribo la contra portada:


"Las ciencias sociales han padecido desde su nacimiento una definición y un estatuto ambiguos. Al principio parecía clara su distinción con respecto a las ciencias naturales, pero el desarrollo académico, por un lado, de las humanidades, y las crecientes implicaciones sociales de las disciplinas de la naturaleza, por el otro, hicieron borrosos sus límites disciplinarios. Al propio tiempo, el desarrollo impetuoso de las universidades en todo el mundo vino a hacer imperiosa una reflexión seria sobre la estructuración de las ciencias sociales.

A tal urgencia de respuesta este libro. Patrocinados por la Fundación Gulbenkian, diez eminentes académicos de diferentes países –seis de las ciencias sociales, dos de las humanidades y dos de las ciencias naturales- se vinieron reuniendo bajo la presidencia de Immanuel Wallerstein, desde julio de 1993. El resultado de sus deliberaciones es este informe compacto, serio, orientado hacia conclusiones concretas, que ponen sobre sus pies a las ciencias sociales en la víspera del nuevo milenio.

Los problemas eran y son considerables: jerarquía entre pasado y presente, entre universalismo y particularismos, entre enfoques ideográficos y nomotéticos, multiculturalismo, interdisciplinariedad, proliferación confusa de programas universitarios de investigación, escasez de recursos, implicaciones políticas, etcétera.

La función primordial del informe es la de extender la discusión a la mayor cantidad de ámbitos universitarios, debatir problemas locales subyacentes, elaborar con precisión los problemas interdisciplinarios, y sensibilizar al Estado y a las instituciones oficiales y privadas para el mantenimiento y desarrollo de investigaciones sociales urgentes, altamente redituables en los campos de la vida pública.

El libro se cierra con cuatro posiciones prácticas: 1) agrupamiento de estudiosos, por un año, con apadrinamiento institucional, en torno a puntos específicos apremiantes; 2) establecimientos de programas universitarios de investigación, con fondos para cinco años, cortando interdisciplinariamente la línea tradicionales; 3) nombramiento de profesores en dos áreas o departamentos de estudios diferentes y 4) incorporación a los grupos de investigación de estudiantes de posgrado involucrados también en dos distintos campos académicos.”

Yo colocaría un quinto punto: y si leemos el libro para exigirles que no se excusen.

Por ultimo les digo (a ellos) y comparto (a ustedes) una frase que es más revolucionaria que el grito de la independencia: haced rizoma y no raíz.

Por todo lo anterior digo que la Universidad se encuentra en una crisis en bucle. Si sientes que lo leído sirve de algo comenta y comparte, que ese es el riesgo que te advertí, porque ya no podrás no hacer nada.

Para disfrute y goce escuche: Fatnotronic & In Flagranti – Botoque

Como dice el pingüino de Madagascar “bonitos y gorditos muchachos, bonitos y gorditos” jajaja

Hasta el próximo ensayo que será …


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1 Comentarios

  1. La UdG no podrá resistirse al cambio de paradigma.Buen ensayo, me sentí representado.

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