• Apr 8, 2025

ECOS DEL SILENCIO


 

¿Qué sigue después del silencio?

No se puede esperar que todo acontezca a virtud de lo favorable. El vivir se torna en rebeldía cuando las intenciones de los otros agujeran los sueños. Se aplauden las hazañas pero no se acompaña en el desafío. En fin, esto es capitalismo, no se espera más que utilidades; entrega tu tiempo y recibe dinero, vuelve a casa, reparte lo que ganas y retorna al ciclo.

Si el verdadero sentir fuera explayado la literatura y el cine no tendrían sentido. El paralelismo de las historias encuentran encanto cuando se configuran desenlaces que emociona. El teatro del día a día, es la famosa hipocresía, el sonríe mientras soportas o el respeta mientras puedas.

¿Idiosincrasias? ¿Qué son? La sociedad tiene modos, forma de trato que pueden parecer tan naturales que se vuelven leyes. Entonces la idiosincrasia tapatía solo puede ser avizorada por el contraste del habitar otro lugar antes o después. No se trata de una postura de turista, eso es insuficiente. El turista sabe que su paso es programado, que el destino tiene puerto, que la patria espera y la familia respalda.

Ser inmigrante es otro juego. Eres alteridad minoritaria ante locales con diferentes cargas culturales y tolerancia. ¿Es Guadalajara cosmopolita? ¿Le interesa al tapatío que la raza cósmica suceda en sus tierras? La historia es irónica para los que afirma que el SER tapatío es baluarte identitario. Las tierras conquistadas son rebautizadas por modelos mentales que tienen base en otras geografías locales. El sueño viaja en el migrante como en el conquistador.

México guarda historia culta de pasado glorioso, pero también guarda culpa de presente vergonzosos. De las Chinampas a Teuchitlán, del provecho a la tierra al terror en la tierra.

¿Han analizado su himno en relación a su día tras día? No hablo de la diplomacia formal de cantar el himno por patriotismo, eso es mecánica social, mera inercia del buen mexicano, eso no sirve de nada cuando la historia obliga pensar lo que sucede. Canta el himno pensado en Teuchitlán. Analiza estrofa por estrofa, encarna en la piel del mexicano cautivo. ¿Se le ha fallado a la patria o la patria nos ha fallado?

¡Un sepulcro para ellos de honor! Se vocaliza la oración que cierra la cuarta estrofa del himno. Pero si el mexicano honra a su patria con el sudor de su esfuerzo, y buscarse la vida conlleva al lamentable sucedo de perder la libertad y hasta la vida, no culpo al que cante ¡Un sepulcro para ellos de horror!

¿Qué sigue después del silencio?

El desnudo pensamiento, aquel que no tiene límites, aquel que llega crudamente porque el silencio lo permite.

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