• May 11, 2025

¡Antes que Dios está la ética!

 


Antes que piensen que el título de este ensayo es una bastarda blasfemia, es necesario que aperturen su criterio a la tolerancia, que es a su vez la oportunidad de mi prosa. Pues ese es el reto del pensamiento, activen su carácter filosófico y no renuncien tan fácil a ir contra sus creencias.

Entre mis autores más entrañables y un amigo ya inolvidable, se encuentra un lituano que es muy poco conocido porque no canta banda ni corridos tumbados, lo que no quiere decir que no sepa del tema. Emanuel Lévinas es conocido por una minoría del mundo como el filósofo de la ética. De la lectura de su obra proviene la confección del título de este ensayo.

¿Cuáles son los temas que hacen a Lévinas manifestar el segundo plano de Dios ante la ética?

Con cierta naturalidad el pensamiento civilizatorio ha posicionado a lo metafísico como lo supremo. Algo metafísico es aquello que no se puede ver o sentir con los sentidos, que por deducción se remite su existir. De Dios han dicho que es el creador de todo, del sol, la tierra, la luna, de tu carne y verso destino, pero cuando los ibéricos conquistaron a los amerindios los acribillaron por creer en lo tangible; como el sol que genera la fotosíntesis permitiendo surgir el fruto justificando la cosecha.

Los creyentes del astro rey fueron tildados de paganos, reduciendo su existencia a seres inferiores bajo los estándares de la cultura claramente eurocéntrica.

 

Si los españoles conquistadores conocieran la filosofía de Lévinas, hubieran podido poner al margen su criterio religioso y tolerar al otro porque el otro no es metafísico, es carne que sufre.

Pero no pequemos de ingenuos latinoamericanistas, que ni los aztecas ni los incas sabían de Lévinas.

En la historia de las conquistas existen derrotados y victoriosos pero no inocentes, la inocencia la perdimos con Darwin y el relato retrospectivo de nuestra evolución. Nosotros en concreto no matamos a nuestros semejantes pero quizás nuestros ancestros sí.

Lévinas fue judío en vida y sufrió el nazismo. Su radical propuesta descarta el fundamento del yo que hoy en exceso crea una masa socialmente narcisista. Lévinas niega ese yo trascendental que Descartes popularizo con “el pienso y luego existo” que luego Heidegger encarno en su obra de creador solipcista.

El centro del pensamiento de Lévinas no comienza de la identidad de un yo, sino de lo alterno, girando al “yo” por el “otro”.

“El yo ya no es centro porque el otro es la prioridad”

La cita con Lévinas nos pone a pensar de forma honda que no somos únicos.

Si el hombre en toda su dimensión se comprendiese las humanidades no serían necesarias. La poesía se vaciaría de sentido, el canto no animaría y la naturaleza no encantaría. Por mucho que pase ese tiempo que se suma en el calendario, no somos más humanos por vejez, sino por ética, cultura y reflexión.

Ahora llevemos el postulado de Lévinas al ámbito político y pensemos en los fundamentos que nos acogen como civiles. La madre patria nos hace hermanos, pero el vecino tiene otra nacionalidad; es un otro. La patria es metafísica para el que mata al semejante por honrarla.

Por la globalización los otros se han repartido por el mundo generando que los lugares abracen la diversidad, ya no hay purismo geográfico si lo endémico sirve a la humanidad.

El camino que Lévinas marca es en realidad una iluminación no de un santo, sino de un hombre tan carne como cualquier otro.

Pensemos en lo infinito y lo finito que somos como cuerpo con vida. ¿Cómo es que cabe la propia idea de infinito en nuestro limitado criterio? ¿Por qué hemos logrado representarlo como un ocho horizontal algo alargado si nunca podremos experimentarlo?

Todos saben que la frase “hasta el infinito y más allá” es un juego de palabras, cuya función es derrotar la miseria de la muerte. La literatura, el canto, el cine, las artes y la ciencia proyectan la idea del infinito y nos encanta. La propia naturaleza y sus paisajes nos pierden en ese infinito horizonte inacabable. ¿Pero habrá un infinito entre nosotros que supere todo olvido? ¿Qué sentimiento puede ser infinito a pesar del desgaste del cuerpo?

¡Quién no conoce la congoja de soportar la propia vida! Del sepulcro olvidado, del ultimo canto, del reflejo en el iris de la vida que suplica existir. Solo la idea de infinito nos causa espasmo si irrumpimos el curso de un latir, el florecer de la planta, el correr de los ríos, el paso del viento. Somos finitos y aun así transformamos el mundo.

Solo existe una única perspectiva para hablar de los riesgos y esa es la ética. Hemos evadido plantearnos el desafío de entrar al dilema de juzgar nuestras acciones. Como sociedad sabemos que no basta la buena voluntad, la crítica es voraz y nos avasalla por la incomprensión que siempre es vehemente e inescrupulosa. Pero no hay que claudicar, pues no es la naturaleza la que amenaza sino la incomprensión y la codicia la que mata.

En México existen buenas políticas pública pero políticos con baja ética. Que su remordimiento sea nuestro reclamo si las condiciones para la vida agotan nuestros esfuerzos. La crisis no es científica pues ya llegamos a la luna, la crisis no es de comunicación si un celular es un portal a todos los lugares y tiempos, tampoco la crisis no puede ser estética porque las artes rebasan los museos. La crisis es ética porque la indiferencia no pasa de moda.

Un Atlas de Riesgos son trazos éticos que usan la lógica para salvaguardar las vidas, pero no es suficiente creer que su diseño automáticamente resuelva el problema, porque la crisis no es sobre su metodología sino sobre sus prácticas.

La ciencia objetiva no es reflexiva como la poesía, su distancia es culpa de los cultos clasificadores del pensamiento en parcelas, por eso no basta tanta ciencia cierta si la mentira la genera el político y sus malas intenciones. Si la crisis es ética que sea desde este campo que pensemos las soluciones y ante la desigualdad, el cambio climático, las guerras, la impunidad, la pobreza, las inundaciones, las drogas y su delirio que mata por la indiferencia del que observa pensemos y actuemos éticamente en busca de la paz ambiental.

La crisis es ética ya no busquen más culpables.   

***

 

Hola, ¿cómo están? Espero que bien. Soy Froilan Portugal y este ensayo forma parte de mi proyecto de titulación universitaria donde se busca realizar conexiones favorables para que el conocimiento avance por la web, entre libros y pensadores.

Su método radica en la utilidad del rizoma, una estructura flexible y dinámica que logra que las ideas se nutran de las experiencias y encuentros. Como geógrafo de formación y literato por agrado he rebautizado el concepto de rizoma con el prefijo “geo” para indicar que el camino de construcción del conocimiento por mucho que se crea un encaminamiento abstracto del pensamiento al generalizar lo experimentado y hacer ciencia.

Es sobre todo una articulación espaciotemporal por la práctica de nuestro cotidiano. Cuando buscamos hacer una tesis, una investigación o un artículo científico solemos creer que tenemos que aislarnos un poco del mundo y disciplinar el pensamiento sobre cierta temática. Creemos que por un lado se encuentra la esfera intelectual al leer un libro o pensar una idea y por otro la esfera del goce de los placeres al compartir con los amigos, hacer deporte o ver una película en el cine. Pero lo que es verdad es que no existen límites para el pensamiento, esa así que la búsqueda del conocimiento mientras más libre sea mejores resultados obtiene.

Por ejemplo yo llegó a Lévinas en una lectura casera sin ningún encargo preestablecido, me sorprende su descubrimiento y ahora lo hago parte de mi proyecto. Con Lévinas que quede claro una cosa, que el simple saludo que apertura nuestro encuentro por muy virtual que sea, no es un simple acto de diplomacia por la inercia de alguna tradición, no es un verme bien por ser respetuoso. Es sobre toda intención el reconocimiento de sus presencias por ser un otro al otro lado de la pantalla.

Todos tenemos un georizoma que conectar y contar. Cuando lo compartimos cargamos al conocimiento la ética que busca servir para mejorar. Creamos conceptos nuevos que debemos defender ante los escépticos y si entramos al juego universitario ante jueces para arribar a un título.

Entre los conceptos que este proyecto brinda surge el de “paz ambiental”. Ya no es suficiente pensar los riesgos como causales naturales o sociales, porque ya sea por un sismo o vandalismo lo que importa es la ética de acción que prevenga, responda y corrija.

Las dicotomías y parcelaciones han provocado direccionamientos de políticas públicas en México; se sabe del Ordenamiento Ecológico Territorial cuando queremos con la ciencia del modelado racionalizar las prácticas y técnicas del desarrollo sustentable, de los Atlas de Riesgo para evitar los desastres y extender a la memoria social los fenómenos funestos que nos causan desdicha, de los Programas de Desarrollo Urbano que buscan armonizar los usos del suelo para elevar la calidad de vida.

Tenemos en la cabeza lo urbano y lo rural como rectores de clasificación pero es en la historia del paisaje donde se pierde la demarcación. A todo esto sumemos el aparato político que dicta fronteras cuya ficción radica en el decreto y es el mapa el que inventa su contorno.

Si queremos estar a la altura de las circunstancia y deseamos solucionar lo que verdaderamente nos apremia tenemos que superar el modelo dicotómico que separa lo objetivo de lo subjetivo, que sea ese el entrampamiento del legado del paradigma moderno que ha condenado a la geografía a su fractura.

Arribemos juntos a su superación y para eso existe un Gilles Deleuze, un Richard Sanders Peirce, un Enrique Dussel y si se cree que México no aporta existe un digno filósofo llamado Severo Iglesias en cuya prosa radican los secretos.

Esto es un Georizoma, un camino al conocimiento que siempre sorprende.   







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1 Comentarios

  1. Hablas de dicotomías, que en tu caso son más bien contradicciones. GEOSITER encuentra interesante que un individuo que carece de ética, titule otro de sus ensayos, que en su mayoría son acerca de nada, con la ética como mayor prioridad. Más allá de la futilidad de tus elucubraciones y de tu blog en general, se te exhorta a ser menos hipócrita con lo que buscas comunicar.

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