Filofobia 💔 (una ciber-novela de autoficción 📖)


 

Miedo a enamorarse o amar

primera entrega

PRIMERA TEMPORADA LUNA

Hay dos formas de ver el alma de las personas. A través de la conexión de las miradas y con  el verso puro; las dos formas las viví contigo.

La sociología del amor: entre las vivencias y libros

Vivo entre letras y libros, he empuñado un lápiz cada vez que me pasa algo esperando que la vida me dicte un cuento. Te encontré a ti, y sin poder advertirlo, eres la clave de inspiración para hacer de mi prosa un sublime discurso. La fórmula no la cree, llegó sorpresivamente:

Fueron comentarios de mujeres los que empezaron a emparejarnos, pregunte el porque y la respuesta fue no sé, es una intuición. A veces los otros captan mejor nuestro destino que nosotros mismos.

Ante el misterio implantado en mi cabeza, quise corroborar si la intuición podría ser cierta. Toque tus manos pues quise hablar con el cuerpo y ahorrarme palabras, el lenguaje corporal parecía decirme que algo podría comenzar, lo tome como una casualidad y trate de pasarlo por alto.

Luego una misma escena se repetía, pero ahora el agua acompañaba el contacto, la memoria es sensorial y la casualidad parecía ya no serlo.

Por razones de edad descartaba lamentablemente cualquier pretensión romántica. El día designado para estrechar la amistad con Ale era la festividad del grito, se planeaba que el baile provocase intereses mayores. Pero días antes mencionaste las palabras clave para activar mi inconsciente; de tu voz se entonó cuento, literatura. Por varios segundos mientras te observaba creí que la intuición femenina que te puso como protagonista de mi interés era totalmente cierta, pero la intuición se distingue de la razón, y la razón me indicaba que la edad es el factor infranqueable.

Con el dilema en la cabeza y lo inconsciente a flote, me dirigí hacia ti con el fin de esclarecértelo solo para desahogarme de la encrucijada, pero tu respuesta termino de desatar el inconsciente; sobraron las palabras, la mirada se apagó para que pudieren hablar los labios. Sin poder advertirlo la sorpresa me atrapo.     

                  

  La sorpresa que atrapa

Los besos no se planean, surgen del deseo inconsciente,

su llegada sorpresiva inquieta el cuerpo y la mente.

Pueden existir besos banales

pero para ellos no hay prosa dedica ni memoria clara

en cambio, existen besos tan cautivadores

que difícilmente se destierran del cuerpo,

se impregnan tanto en la mente como recuerdo y deseo a la vez.

El peligro del beso sorpresivo es caer en su cautiverio

en su dominio,

en su imperio y laberinto

porque cómo razonar una salida?

si por sorpresivos no se advierten

Hay besos que llegan y no parten.


 

Luego por la noche durante el conticinio conocí a ARABIS, y ahora no se ha cual besé…

 


Continuara…

SEGUNDA TEMPORADA PIEL CANELA




Un libro en las manos es un portal para cultivar la mente. Existen libros tran frescos que es como si conocieras gente nueva, solo que sería una relación algo incompleta.

Cuando charlas con los amigos los oídos y las bocas se turnan, unos escuchan mientras otros hablan. En la literatura el proceso es parecido solo que los turnos son más amplios y los sentidos se cambian; necesitas de un tiempo para leer como para escribir si quieres relacionarte; ya no usas los oídos porque la lectura se hace con la vista, y si quieres hablar los alcances de la voz necesitan de la mano que suelta letras.

Siempre junto lo que me atrae por motivos inspiradores: los libros y la piel canela dictan una pasión que empieza a surgir. Pero no pierdo la cabeza si es que se aprecia con paciencia... pero paciencia no es inactividad; la paciencia es el tiempo del proceso para que la fruta madure o el día se aclare.

Paciencia es aguardar el tiempo y espacio propicio para tomar por propio el derecho de amar. Pero como somos procesos los caminos se pueden estrechar o distanciar, por eso el destino es un camino abierto que no tiene un rumbo claro pero si guías de anhelo. 

Es más que sabido que la función de la literatura en la sociedad es guiar no solo los sueños, sino la vida que deriva al vivirla. Por eso te obsequio a Juan Pablo Villalobos, prolífico escritor jalisciense que probó escribir desde otros lugares fuera de México.

Él te enseñara como guardan los secretos los escritores, que del mundo amplio se pueden esperar mejores sorpresas y que para escribir no hace falta más que vivir.

Mis intensiones por el momento al obsquiarte el libro son claras: elevar el valor de tu belleza.

En la ciudad bajo el sol brillante,
su piel canela resplandece fascinante

La brisa urbana acaricia su cabello sedoso,
mientras el horizonte se posa hermoso.

Con una mirada profunda y su sonrisa encantadora,
su belleza natural cautiva y enamora.

Piel canela que brilla con luz propia,
que enciende pasiones y despierta emociones.

En su piel se mezclan fuerza y pasión,
piel canela de mi devoción.

Así es ella, única y especial,
con su piel canela, un regalo celestial.


  
                                                                                                 Continuara…


Preámbulo

Cómo comenzó todo esto, es difícil indicar un comienzo claro, el recuerdo más remoto me remonta al uso de las palabras para causar placer o estimular la vida. Se me es imposible determinar un fragmento de mi vida en especifico para declararme escritor o poeta, pero eso importa poco pues no es vanidad lo que se persigue. Mi conciencia nació con el arrullo de la literatura que espera en vientre la llegada del hijo; sería indescriptible la vida sin la literatura en canción, poema o carta.   

Lo que sí puedo hacer es clarificar tres momentos que expliquen lo que se lee. El primero es el momento sudamericano, del nacimiento hasta la partida. En Arequipa existen dos emblemas de las letras muy conocidos; Melgar el poeta de los yaraví , demostró que la literatura se nutre de los cruces culturales, lo inca y lo español se fusionan en verso, el tema predominante de su poesía es su amor por Silvia, cuyo sentir no tuvo un final feliz pero eso sí, muchas letras, en la famosa “Carta a Silvia” expresa en 522 versos como conoció el amor y el dolor desde la aparición de su amada hasta su perdida. Luego del desamor lucho por la independencia del Perú, letras y heroísmo hacen de Melgar un sujeto inolvidable.

El otro referente de las letras del sur del Perú es el conocido escritor Mario Vargas Llosa ganador del Novel de Literatura en el año 2010. Entre sus obras, una que causó furor entre los lectores fue su quinta novela La tía Julia y el escribidor, donde relata a genero autobiográfico una doble lucha, la de ser escritor y la aceptación de su familia por el amor entre él y su tía política, una mujer divorciada con 14 años de diferencia. La novela escrita y publicada en 1977 se convirtió en telenovela colombo-peruana en 1981; 101 episodios de enfrentamiento familiar por amor estigmatizado.

El carácter y la personalidad de Mario entorno a las mujeres es algo más que polémico. Nueve años de la relación con su amada tía llegaron a su fin cuando en Paris el flechazo termino uniendo al escritor con su prima Patricia.

La diferencia entre las amadas es considerable; Silvia, Julia y Patricia gozan un diferente grado de popularidad. ¿Qué pensarán de la fama que alcanzan cuando un literato con talento las eleva a musa?

En casa lo que más abundaba durante mi infancia eran los poemas de mi padre y los cuentos de mi madre. Mi primer poemario se escribió a los 6 años cuando aún no dominaba el uso léxico grafico así que mi madre bajaba de la entonación de mi voz la letra en texto.

Pasaron los años y los gustos parecían cambiar, pero en realidad se encubrían. En esa suma de tiempo la realidad se volvió más cruel con la familia y parecía que la salvación de algún miembro pasaba por salir de casa. La elegida era mi hermana mayor, su destino era México con una tía paterna que ya radicaba más de 8 años entre el tequila y los tacos.

Como si Dios posicionara toda su furia contra nosotros marchito el destino de mi hermana arrancándole la vida por un momento; un paro respiratorio causo su coma, al volver en sí la totalidad de sus funciones mentales no se restablecieron.

Soy el último hijo de la cadena de dos hermanas. Por lapsos de meses me tocaba ser el único varón en casa, he visto la complejidad de la mujer madre y su empeño por la subsistencia, de la hermana radical que por falta de autoestima incurre en la anorexia y bulimia, de la sensible psicología de la fémina que exige aprecio y cuidado al detalle. No me puedo admirar de ello pues los deseos siempre fueron evitar la desdicha. Y tampoco pude salir airoso pues no por ser varón se sufre menos, solo me fue posible escaparme un poco más de los problemas usando la imaginación para cambiar la realidad por mundos internos. Mi mente encontraba en los libros la escapatoria perfecta.

Tras el fatídico episodio la familia alicaída suspiraba el hecho de haber evitado la muerte, pequeña gran victoria entre la desdicha. La oferta del destino mexicano cambio de protagonista, mi nombre se mencionaba. Paso un tiempo desde la primera mención al viaje definitivo.

Mi madre y mi primo fueron las dos últimas personas de la familia cercana que perdí su mirada cuando el ómnibus rumbo a Lima iniciaba la partida. ¿Qué dejaba? Mis libros, amigos, mascotas (Calletana mi perrita rescatada, cuyo vinculo era inquebrantable, murió en mi lejana ausencia) y gatos que solventaban mi autoestima, eso dejas, pasiones como el futbol que era estilo de vida, recuerdos y cultura que te hacen raza, varios amores de practica de llanto y alegrías pasajeras, mundos de inocencia y experiencia cambiarían de contexto.

Hasta aquí el primer momento del nacimiento a la partida, 18 años de vida en Perú se pondrían a prueba en el otro lado del hemisferio.

El segundo momento inicia por un paso breve en la gran Ciudad de México, en un lapso de un viaje conocía las capitales, en proporciones Lima es menor que la antigua Tenochtitlan, pero la llegada definitiva era Guadalajara.

Inmediatamente a mi arribo al occidente de México el estudio universitario se convirtió en mi obligación, psicología en la UNIVA la opción tomada. ¿Cuánto puede durar un inmigrante novato? No paso más que una semana y claudique, fuera de mi sociedad era el extraño en todos los lugares.

La idea de la renuncia al futuro mexicano fue aceptada por la familia con la condición de que aproveche los 6 meses que el permiso de turista posibilitaba. El proceso de adaptación me exigía cada día interactuar más con los locales, pero mi carácter siempre fue retraerme en mí para procesar lo que me rodeaba.

No sé si era común pero mi mente constantemente pensaba el trascurrir normal del mexicano, pensar me paralizaba y es así como la familia me empezó a conocer, como un sujeto poco expresivo. Pero mi mente guardaba claves literarias que esperaban activarse. Por mi vida en el momento anterior era susceptible al llanto femenino, mi padre me enseño poemas que reconfortaban el alma que se aflige por la vida. Tras conocer las lagrimas de mi prima por primera vez en una mañana tempestiva, por la tarde en la cena tenia que romper el silencia que me caracterizaba, tenía que hacer algo para sumarme al apoyo, era inevitable que la literatura se pose en mi voz:

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frio queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se esconda y se calle el viento,

Aun hay fuego en tu alma,

Aun hay vida en tus sueños,

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,

Porque lo has querido y porque te quiero…

 

Durante los meses posteriores acompañé a mi tía por varias ferias de artesanías, la venta de nosotros era de hilo peruano, pude conocer por segunda ocasión la Ciudad de México, Morelia, Xalapa y Manzanillo. Al llegar a Guadalajara se me encargó la administración por completo de la tienda mientras ella salía fuera del país. Conocí por primera vez la soledad humana en casa, por no ser de Zambo un perro schnauzer de tres patas que rescato mi prima no tendría compañía.

El dialogo con Perú disminuía, no existía WhatsApp en el celular y el Facebook solo estaba en la computadora. ¿Qué me rescato del vacío? La comunicación con mi padre no era convencional, de él recibía toda la literatura que estaba a su alcance: los cuentos de mi madre y el cuento que hice por concurso en la escuela, libros de filosofía y poesía, Polizter y Vallejo hombre hechos libros acompañaban mis días.

En ocasiones salía a buscar el desenvolvimiento que vivía en Perú, el recuerdo aún muy fresco me invadía en potencia y no aceptaba aquietarme en casa sabiendo que en la calle la vida se aventura. ¿Cómo despejarse de la familia? Extrañar a los tuyos es muy doloroso, no es una renuncia fácil, vivir el proceso de ser inmigrante en soledad no es nada sencillo. En mi breve paso por la UNIVA pude adquirir textos claves para resolverme; El niño feliz me enseñó a distinguir la formación de la autoestima en comparación con el engreimiento, procesar lo que los padres hacen con los hijos a distancia me sirvió para soltar la mano y hacer del sentimiento versos que revelan.

Entre el intercambio de libros con mi padre, mande por encomienda el libro en cuestión, en las páginas finales, versos que se escribieron con lágrimas de perdón y culpa, el hijo se convertía en hombre independiente, el niño que se superaba entendía que la felicidad que los padres no velan no puede ser motivo de ataduras.

El otro texto era un breve ensayo sobre la puesta en cuestión de la existencia de la realidad, una apología científica sobre el órgano más elástico del cuerpo; el cerebro. Pude conocer sobre los procesos cognitivos y la filosofía de Immanuel Kant, su idealismo retorna con fuerza por los nuevos descubrimientos de la mente humana. Se género en mí una fascinación por el cerebro y la generación de su poder sobre todo lo que conocemos.

Recuerdo salir a la calle pensando que lo que veo no es independiente a mí del todo, que solo puedo ver lo que estoy capacitado a procesar por la mente. Me tomaba tan enserio lo que leía que no podía distinguir entre lo real y lo imaginado. Los mundos mentales de las personas son producto de la información que adquieren, dioses y humanos, infiernos y cielos, almas y cuerpos, ciencia y literatura, necesitan que la mente funcione.

Una de las cosas que más me impactaba de lo veía en las calles era la belleza del rostro de las tapatías, no creía que esos bellos rostros sean producto de mi imaginación, lo que si podía imaginar es el futuro con ellas, podrán ser bellas como base de cuerpos concretos por estética genética pero su valor radica en la posibilidad de alcanzarlas. Lo que más me apenaba de dejar México cuando termine los 6 meses de turista era no poder compartir vida con una belleza tapatía, pero mi imaginación por muy poderosa que la sentía no podía revelar el destino próximo que me esperaba.

Un viaje a Puerto Vallarta entre la familia y amigos se realizó, yo aun me mantenía en la postura retraída, y entre los viajantes estaba ella, solo podía admirar su belleza sin atreverme a hablarle, no sabría que decirle, conocía muy poco sobre su cultura y gustos.

Los otros miembros del viaje se encargarían de iniciar la relación.

-Mira Froy ella lee mucho-dijo mi tía mientras acercaba su libro hacia mí para que lo tomase.

Era un libro voluminoso, una novela inglesa de mas de 500 páginas. No me atreví a decirle nada y devolví el libro inmediatamente mientras su mirada analizaba mi acción que me causaba sonrojo.

Ya en la playa y con la total luz del sol radiante sobre los cuerpos su belleza me impactaba más, tarde o temprano la timidez tendría que resquebrajarse. Yo tenia 19 años y era de un cuerpo mucho más pequeño al de ella que contaba con 15 años.

En la piscina por fin me atreví a intercambiar palabras, de ese momento en adelante nos buscábamos todo el tiempo, pero claro su padre más que su madre mantenía el ojo vigilante sobre nosotros. No podríamos estar solos, eso causaría la mayor sospecha posible. Buscábamos una tarde de playa inspiradora y solitaria, deseábamos que el paisaje sellara nuestro encuentro.

Sabíamos claramente que los días en el mar estaban contados, la presión de las ganas de encontrar soledad entre nosotros aumentaba. Yo era el foráneo tímido y retraído ella la incitadora del suceso romántico. En la cena las dos familias compartían la mesa, luego de comer las bebidas de alcohol amenizaban la noche. Ambos mirábamos con anhelo la salida del salón lujoso para perdernos en la noche de playa, pero el papá aun muy sobrio le advirtió no moverse enérgicamente. Ya estábamos a pocos días de regresar a la ciudad y la oportunidad se perdía.

Por la noche mi mente elucubraba el qué será mañana. Me encontraba quizás en el lugar más lujoso de mi existencia; el hotel RIU VALLARTA, estaba ante quizás la mujer más bella que he conocido, ¿qué tendría que hacer yo para que suceda lo que demanda el sueño? Cerré los ojos al compas de un respiro profundo y deje que se ahogue el pensamiento en la serenidad de la noche.

Ultimo día y las horas contadas, última oportunidad de escaparnos a la playa y encontrar la soledad entre nosotros.

-quieres caminar- dijo ella mirándome a los ojos.

-claro- respondí sin titubeo.

Fue muy raro en medida que avanzábamos. Primero la plática se centró en el repaso de habernos conocido, luego en describir lo que la playa nos presentaba, para finalmente llegar al silencio parcial de las voces atenuadas y dar paso al concierto de las olas rompiendo en la playa. ¿Quién diría primero aquí es, tomemos asiento? Sino se tomaba una decisión pronto el silencia sería demasiado incomodo. Mi corazón palpitaba velozmente, no pude contenerme más y fui yo el que decidió contemplar la playa descansando el cuerpo sobre la arena.

Ya sentados la conversación se restableció, sabíamos que el siguiente momento en silencio sería porque las bocas estarían ocupadas.

-¿tienes alguna idea de cuan lejos estamos del hotel?- pregunte.

-he perdido la noción del espacio por el paisaje- respondió suspirando y manteniendo la mira en el horizonte.

Si lograba conectar con su mirada, podría llegar la conexión de los labios, pero el mar dominaba su atención.

-¿puedo ver el mar?- pregunte ingenuamente

-¿qué dices, si lo tienes en frente, que te impide verlo?

-lo quiero ver de otra manera

-¿cómo?

-en un reflejo

-¿tienes un espejo acaso?

-no pero puede usar tus ojos

-eso es imposible, mis ojos estarían viendo los tuyos y tú no eres mar

-mientras yo veo tus ojos tú trata de ver el mar, quizás por triangulación lo pueda ver

-¿por triangulación?

-Sí, tu vez el mar, yo veo tus ojos y veré lo que tu vez

Nos preparamos, nos colocamos cerca, alineamos las miradas.

-lista- dije

-si- respondió

Pasaron varios segundos y algunos parpadeos y en realidad no podía ver el mar en sus ojos porque miraba sus labios.

-ya lo vez- dijo

-no aun no- mientras me movía buscando supuestamente el ángulo correcto-si ya lo veo no te muevas- emocionado sujete su muñeca para evitar que se moviera- se ve muy bonito y de seguro en este ángulo también puedas verlo tú

-de verdad- sonrió

-si, a la cuenta de tres volteas… uno, dos y tres

Cuando voltio no encontró el mar sino su iris en mi iris, su pupila en mi pupila su alma y la mía se besaban primero. El silencia llego y colapsaron los labios en un beso. ¿Cuánto duro? El tiempo no cuenta.

Las hormonas recorrieron todo mi ser, el éxtasis del amor despertó toda la posible pasión de mi cuerpo. Termino el beso y su mirada evaluaba la reacción de mi cuerpo ¿Cómo poder ocultarlo si era tan evidente? Me sonroje. Ella no despegaba su mirada como preguntándose que podría continuar.

-ya es tarde hay que regresar- me pare velozmente y acelere el paso.

En silencio caminábamos, pero seguía sin poder evitar que mi cuerpo saliera de la provocación del deseo. Para mi mayor bochorno ella ya no miraba la playa sino la arena y sentía como mi mirada, me seguía evaluando.

Afortunadamente algo atenuó el mal momento.

-mira ese no es tu primo- un sujeto corría hacia nosotros, tenia una especie de tabla de surf pequeña.

Cuando por fin nos encontramos lanzo la noticia- tu papá te está buscando- preocupación en los rostros y un silencio más preocupante aún adelantaba un desenlace nada favorable. Del éxtasis a la angustia, del deseo a la culpa, y el reto de saber mentir para salvarnos del castigo en unos minutos. Y antes de llegar a la playa del hotel la ultima mirada entre nosotros parecía decir; ten suerte.

El papá pregunto enérgicamente ¿dónde estabas? ella contesto en la playa buscando algunas conchas, lo dijo lo suficientemente fuerte para que yo escuchara y supiera la estratagema. El padre la dirigió al cuarto para iniciar la reprimenda en privado. El me observó por un momento y por respeto a los amigos no me hizo nada. Mi primo me dijo- prepárate que en unas horas cenamos todos juntos para que pidas disculpas- en que me metí fue mi pensamiento final.

Ya en la cena los ánimos estaban fríos, susto y pena me ponían inquieto. Ella no llegaba a la mesa ni el papá. ¿cómo resolver el conflicto que me afligía? Hice algo desesperado, me dirigí al bar que se encontraba en el sótano para que nadie me viera, me senté y pedí algo de vodka, necesitaba un consenso urgente de cómo enfrentar esto. Se sentó a lado mío un sujeto y en cuanto me propuse a pedirle el consejo pude percatarme que era homosexual, pero a unas sillas del lado contrario un hombre de unos 45 años tomaba tranquilo, parecía sabio, de él si pudiera esperar algo, respire profundo, tome de un solo trago el vodka y algo temeroso le conté la historia, y el consejo fue:

-solo sé claro en que no hay ninguna mala intensión en tus actos y el padre entenderá que respetas su autoridad como a su hija, y no tiene nada que ver que seas de otro país que eso no te preocupe.

Después de agradecer esas palabras me dirigí a la cena. Me senté y traté de integrarme a la conversación, pero no era posible caer en gracias. Llego el papá con la hija. Una ligera tensión en el ambiente. La cena concluía y la plática llego al tema que tenía que enfrentar.

Ella me miraba tome valor y dije; contamos 130 conchas y luego nos sentamos a ver el mar, no paso nada comprometedor, perdón por no pedirle permiso.

Un silencio extraño y miradas hacia mí, ella sonrió ligeramente, recode el beso y eso me estimulo a aventurarme un poco más; levante mi copa y le dije mirándolo firmemente; salud por conocerlo y déjeme decirle que tiene una muy hermosa hija. Inmediatamente termine mi bebida. Ella sonrió más aun y el padre reacciono al salud favorablemente.

Durante el viaje de retorno toda oportunidad de contacto discreto entre los cuerpos se dio. Una mano que pasaba por debajo de la maleta y llegaba a acariciar mi cabello era la recompensa de la hazaña.

Ya en Guadalajara y por amistad familiar puede frecuentarla los fines de semana. Llego el día que me dejaron salir con ella, fuimos a una feria de libros que no recuerdo donde queda ¡así ya recordé! era El Parean en Tlaquepaque. Por primera vez en mi vida probe el tejuino, valientemente pedí el vaso grande, le di un sorbo confiadamente y mi paladar entro en confusión, rechace seguir tomando mientras ellas no paraba de reír.

Por mi agrado por la geografía compre un Atlas de los Estados de México y ella un par de novelas cortas. Para recordar que los libros era un gusto que nos une y al ver un montón de portadas atractivas decidimos comprar un libro que leeríamos juntos. Una portada de un gato asomándose llamó nuestra atención, el libro era amor en minúsculas .

Es martes 6 de agosto del 2024 por la madrugada y tengo que parar el relato, por mí seguirle hasta que los dedos se rindan, pero tengo que detenerme para terminar algunos pendientes como mi titulación universitaria. Le dije a una entrañable amiga que la buscaría para platicarle sobre el beneficio de la literatura luego de ser licenciado en geografía.  

Continuara…  











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