El arte al
poseer un lenguaje universal se presenta siempre como ambigua, es decir,
múltiples interpretaciones se pueden dar de una misma obra. El artista que sabe
esto, puede jugar explícitamente con los signos y su materia sea esta pintura,
letras, fotografía o masa, para direccionar el múltiple sentido de su obra.
El observador
de la pieza puede elegir como asociar el amor y la muerte según le convenga. Si
opta por la vocal “o”, el sentido se torna de dos opuestos, ya que se tendrá
que elegir entre el amor o la muerte. Por el contrario, la asociación con la
letra “y” indica unidad entre ambas fuerzas; el amor y la muerte como fuerzas
equiparables. Así unos las ven conjuntas y otros en contraste.
Sin embargo,
las formas de lecturas que el artista puede generar no es solo el único
cometido.
En el arte
transmedia, el artista suelta su obra en las redes para que ésta con libertad
regrese a él, pero ya no como creador sino como usuario.
En esta nueva
relación la pieza artística trasciende al autor, porque al ser arte
conmociona al propio autor surgiendo un nuevo sentido, lo que significa
nuevos títulos para la obra, como:
Que
más se debe hacer para entregar el corazón 🌙❤️
La obra transmedia se encuentra presente en dos espacios: el ciberespacio permite que la obra se traslade por el rizoma del internet. El tejido tecnológico que nos envuelve del cual muchos de nosotros somos meros consumistas de recursos gráficos, y que favorece la expresión artística.
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