Ya el tiempo se ha sumado lo
suficiente para que la reflexión del pasado dé lecciones, o en todo caso
muestren el camino, y bueno… saber que las distancias se alargan o no sé, la
verdad ni sé cómo empezar a contarlo. Así que justifico esto empezando diciendo
que:
Existen lugares que parecen ser
escenas del inconsciente, si en un parque todo se ve, en las bodegas los
secretos son libres. Así que me siente a lado tuyo mientras me recuesto en un
anaquel de lata y digo “por qué esta triste piel canela”.
-Sabes hay cosas que demoran en
tener una explicación, pareciera que un misterio las envuelve, no hay razones
que las desencanten tan fácilmente. El conocerte y no olvidarte es una de
ellas.
Empezaba algo que era diario, las
conversaciones con ella permitían la libertad de contarnos cosas únicas, pues
los amigos son los confidentes más seguros.
Ingrese a este trabajo luego de
haber colaborado por mucho tiempo con amigos de la universidad, no me podía
imaginar estar en un lugar como este, lejos de lo que se hacer y entre
chavitas. Pero no imaginaba que la bodega seria la escena confidente de un beso
que reanima y mucho menos que se me haga costumbre sin pedirlo: el verte. En
las bodegas escondidos de las cámaras éramos libres, sería en los espejos donde
podía proyectar el sentimiento que surgía.
Todos, absolutamente todos, eso
recuérdenlo para siempre, tenemos una realidad imaginada que le da sentido a
todo lo que hacemos, eso nos diferencia de los animales. Por ejemplo, este 16
de septiembre la patria estará de fiesta, pero México nunca podrá explicarse
por completo por su paisajes y lugares, que aunque sean únicos no garantizan
que México se celebre, lo que se festeja es la idea que trasciende, que causa
expectativa que alienta el sueño y que auspicie el destino con lo milenario.
Festejar la patria es exacerbar el mito; a esa realidad imaginada que se
comparte con los tuyos se le llama identidad cultural. Si sigues leyendo sabrás
como lo mexicano y la cultura son factores importantes en esta historia.
Otra realidad imaginada que se
abiertamente es la religión. Creer en lo sobrenatural por el milagroso poder,
es una faceta de la imaginación humana que nos posibilidad salir de lo
frustrante terrenal y alcanzar los cielos de gloria y plenitud. -Que seas
guadalupana (aunque ya lo cambiaste con un pequeño corazón dorado) es señal que
la cultura te envuelve-.
Pero ahora hablemos de un caso
muy singular. Si estas realidades imaginadas que se hacen instituciones
culturales que nos forman proviene de nuestra gran capacidad de imaginar ¿Cómo
es que la realidad imaginada de una persona logra ser comunicada?
-Yo solo conozco un solo camino
que posibilita mostrar esta realidad imaginada, y es el camino del arte. Y es
hay donde entras tú. Bueno no solo tú, porque las inspiraciones pueden ser
muchas cosas, pero si tengo que reconocer que debido a un misterioso sentido
has logrado permanecer en el deseo-.
La atención era total, pero como
los peros siempre existen…
-Pero para que logres ser tú un
motor excitante, para que mi imaginación destelle, existe una base sólida de
hechos que no son imaginados, que fueron reales y que por su causa esto no
acaba.
Veras… - antes de seguir con el
relato- por escuchar algo te asomaste por debajo de los anaqules para ver si alguien
subía, una muchacha que se perdió entre los pasillos buscan ese par de zapatos
que justifica su interrupción.
-¿Quién es? -te pregunte mientras
observaba la agilidad de tu movimiento.
-Es una muchacha- respondiste-.
-Sabes no hay que temer, ni al
encargado, ni a ninguna muchacha, nadie nos puede interrumpir -me miraste
extrañamente como si desconociese que estamos trabajando y que no es licito lo
que hacemos, pero yo estaba tranquilo y sonriendo te dije- lo que estas
imaginando producto de estas letras es un espacio único para los dos, sabes,
pero solo es posible porque esta basado en lo real que compartimos, que ahora
sea recuerdo para poder hablar contigo es la manera de estar a tu lado a pesar
de la distancia y las decisiones – me miraste sin creer lo que te decía y te
desidias a bajar antes que alguien nos encuentre sentadotes- no me crees -reí
un poco-
Estaba decidida a bajar y
retornar al día rutinario de trabajo porque no me creía que la bodega era solo
nuestra. La verdad no le insistí que se quedase, no soy de rogar por mucho que
me encante. Pero si se juagar mis cartas para no perderte tan fácilmente y no
es que tenga soberbia, pero es que mi forma de insistir siempre será creativa y
sutil; nunca me veras gritar que me encantas cuando puede ser que tu propio
reflejo pueda recordártelo a donde vayas.
Al ver que te alejabas me quede
esperando tranquilo y aproveche para contar las cajas de las botas que siempre
eran un caos. Tras un breve y apacible silencio escuche tus pasos hasta que
llegaron a mi lado, voltee sabiendo que eras tú pero no venias sola.
-Vaya sorpresa -dije, pero
inmediatamente supe que era predecible, lógico, tenía todo el sentido del
mundo- deje de ver tu vientre inflado por la nueva vida que se gesta para verte
a los ojos y sean ellos quien me cuenten la verdad; vi la transparencia del
miedo y la dulzura de la madre joven-.
-No voy a juzgar lo que paso, yo
nunca seré dueño de tu libertad, pero si tengo que lamentar algo es que ya no
tengas esa cinturita fina que me encanta, pero ahora eres tú quien tiene que
contarlo todo.
Empezaste con un abrazo que solo
el silencio puede explicar. Luego un pequeño suspiro como si hubieran pasado
años de no vernos, pero sabíamos que nuestras ausencias físicas solo son
barreras que pueden ser sorteadas si lo queremos, claramente no para
resolvernos la vida, pero si para contarla y hacerla más ligera.
-Como no voy a regresar si cada vez
que me veo en un espejo recuerdo aquel momento que no es imaginado -me decías
sin terminar el abrazo-.
-Un espejo es el portal al
inconsciente, yo solo entre a tus sueños a través de ti -quería besarte lo
confieso, pero eso no lo voy a imaginar, si solo su realidad concreta vale la
pena-.
El abrazo no acababa, era
placentero, lo extraño es que no era un abraso sexoso, te tenía conmigo, pero
no era por el deseo de arrojarnos a la pasión sino por la confianza de saber
que entre ambos hay una verdad que retumba todo lo que conocemos, te he sentido
temblar un par de veces y esas cosas no son comunes.
-Tengo mucho que contarte.
Volví a tus ojos para ver los
detalles y lo que pensaba era que yo esta hay para ti.
-Yo también tengo mucho que
contarte…

Comentarios
Publicar un comentario